COMMISSIONING EXTRAORDINARY MINISTERS OF HOLY COMMUNION (FATHER’S FAITH NOTES: MAY 2, 2021)
Laura Coronilla – May 2, 2021
At the Masses this past weekend, we had the pleasure of blessing and commissioning Extraordinary Ministers of Holy Communion. This commission comes from the Bishop and it allows them to administer the Body and Blood of Christ at Mass and to the sick and homebound in our parish for a set term. I want to thank all those who have stepped forward to serve in this ministry for their generous service and Fr. Noé for the excellent job he did in preparing them for ministry. This celebration also affords us the opportunity to renew our understanding of the ministry of Extraordinary Ministers of Holy Communion and how it relates to that of the priest and deacon.
You might first notice the title “Extraordinary Minister”, this is to distinguish from the priest and deacon who are ordinary ministers. In the Church’s vocabulary, “ordinary” refers to something that one does by virtue of their office or who they are, whereas “extraordinary” means something done in a temporary way or by special permission from someone else. On the night of the Last Supper, Christ took bread, broke, and blessed it, and gave it to his disciples as His Body. Likewise, the chalice of wine. Each of those verbs is important, and all are part of Christ’s own ministry that He gave to His apostles when He commanded them to “Do this in memory of me.” We know that the consecration of the bread and wine can only be done by a priest, who has the power to do so in the person of Christ by his ordination. But the other actions are also ideally carried out by an ordained minister, a priest or deacon, as they represent Christ in giving His Body and Blood in Holy Communion.
That said, the Church recognizes the tremendous value of the Eucharist being available to as many of the faithful as possible and so the Bishop can designate other, lay ministers, to assist the priests and deacons in distributing the Body and Blood of Christ where large numbers of people require more ministers to serve them. This especially allows Holy Communion to be brought more frequently to the sick, the homebound, and others who cannot come to Mass. At Mass, too, Extraordinary Ministers have a valuable role in allowing the many present to receive Communion in a reverent and timely way.
This ministry is by commission from the Bishop, and only the ordained and those who have been commissioned may distribute Holy Communion. For this reason, we have also added a requirement that these ministers wear a badge that identifies them as such and helps us ensure that their commission from the Bishop is current. Now that we have that practice in place, only those with such an ID will be permitted to take the Blessed Sacrament from the Church. If you have a loved one who is unable to attend Mass and would like to receive Holy Communion, please contact our Pastoral Care desk and we will gladly arrange for a visit from one of our dedicated Extraordinary Ministers or a member of our clergy to bring them the Eucharist.
Have a blessed week, Fr. Michael
En las misas del pasado fin de semana, tuvimos el placer de bendecir y comisionar a los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión. Esta comisión proviene del Obispo y les permite distribuir el Cuerpo y la Sangre de Cristo en la Misa y a los enfermos y confinados en casa en nuestra parroquia por un período determinado. Quiero agradecer a todos los nuevos ministros su disposición de servir en este ministerio y al P. Noé por el excelente trabajo que hizo al prepararlos para el ministerio. Esta celebración también nos brinda la oportunidad de renovar nuestra comprensión del papel de los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión y cómo se relaciona con el del sacerdote y el diácono.
Primero puede notar el título “ministro extraordinario”, esto es para distinguir del sacerdote y diácono que son ministros ordinarios. En el vocabulario de la Iglesia, "ordinario" se refiere a algo que uno hace en virtud de su oficio o quiénes son, mientras que "extraordinario" significa algo que se hace de manera temporal o con un permiso especial de otra persona. En la noche de la Última Cena, Cristo tomó el pan, lo partió, lo bendijo y se lo dio a sus discípulos como su Cuerpo. Asimismo, el cáliz de vino. Cada uno de esos verbos es importante, y todos son parte del propio ministerio de Cristo que les dio a sus apóstoles cuando les ordenó: "Hagan esto en memoria mía". Sabemos que la consagración del pan y vino solo puede realizarla un sacerdote, que tiene el poder de hacerlo en la persona de Cristo por su ordenación. Pero las otras acciones también las lleva a cabo idealmente un ministro ordenado, un sacerdote o un diácono, ya que representan a Cristo al dar su Cuerpo y Sangre en la Sagrada Comunión.
Dicho esto, la Iglesia reconoce el tremendo valor de que la Eucaristía esté disponible para tantos fieles como sea posible y, por lo tanto, el Obispo puede designar a otros ministros laicos, para ayudar a los sacerdotes y diáconos a distribuir el Cuerpo y la Sangre de Cristo donde hay mucha gente que requiere más ministros para servirle. Esto especialmente permite que la Sagrada Comunión se lleve con más frecuencia a los enfermos, a los confinados en casa y a otras personas que no pueden asistir a Misa. También en la Misa, los Ministros Extraordinarios tienen un papel valioso al permitir que los muchos presentes reciban la Comunión de manera reverente y oportuna.
Este ministerio es por encargo del Obispo, y solo los ordenados y los que han sido comisionados pueden distribuir la Sagrada Comunión. Por esta razón, también hemos agregado el requisito de que estos ministros usen una insignia que los identifique como tales y nos ayude a asegurar que su comisión del Obispo esté actualizada. Ahora que tenemos esa práctica en su lugar, solo aquellos con tal identificación podrán tomar el Santísimo Sacramento de la Iglesia. Si tiene un ser querido que no puede asistir a Misa y le gustaría recibir la Sagrada Comunión, comuníquese con la Sra. Carolina o uno de los sacerdotes y con gusto organizaremos la visita de uno de nuestros dedicados Ministros Extraordinarios o un miembro de nuestro clero para traerle la Eucaristía.
¡Que Dios los bendiga!
P. Miguel