WHY DON’T WE BOW AT THE NAME OF THE FATHER OR THE SPIRIT? (FATHER’S FAITH NOTES: 2/14/21)
Laura Coronilla – February 14, 2021
A few weeks ago, we asked for your input and we were not disappointed! Thank you to everyone who submitted questions; they were excellent and will provide great material for these notes. The first of the submitted questions I want to take up regards our reverence at the name of Jesus and why that is different from the Father and the Holy Spirit.
It is a custom, and actually a rule during the celebration of the liturgy, that we bow our head when the entire Trinity is named together “the Father, and the Son, and the Holy Spirit”, at the Holy Name of Jesus, the Blessed Virgin Mary, and, lesser known, the name of the saint being celebrated that day if there is one. Why do we bow our heads at these names but not at the name of the Father or of the Holy Spirit individually? To start, reverence to the Holy Name of Jesus is scriptural. St. Paul writes to the Philippians that “God greatly exalted him and bestowed on him the name that is above every name, that at the name of Jesus every knee should bend, of those in heaven and on earth and under the earth, and every tongue confess that Jesus Christ is Lord, to the glory of God the Father.” The name of the Blessed Virgin Mary and the saints are honored for similar reasons – because they are very close to Jesus and the mystery of our salvation.
Why don’t we bow our head for the Father or the Holy Spirit? Simply put because those are not personal names. The words “Father” and “Holy Spirit” might better be called titles. They describe these Divine Persons but are not actually personal names in the way that “Jesus” is. For that reason, while we do bow our head when all three are together out of reverence for the mystery of the Trinity, we do not for the titles individually. Thank you to the person who submitted this insightful question; hopefully that helps clarify the difference.
God bless you,
Father Michael
Hace unas semanas, les pedimos su opinión y muchos respondieron. Gracias a todos los que enviaron preguntas, fueron excelentes y me dieron excelente material para estas notas. La primera de las preguntas enviadas que quiero contestar se refiere a nuestra reverencia al nombre de Jesús y por qué es diferente del Padre y del Espíritu Santo.
Es una costumbre, y de hecho una regla durante la celebración de la liturgia, que “La inclinación de cabeza se hace cuando se nombran al mismo tiempo las tres Divinas Personas, y al nombre de Jesús, de la bienaventurada Virgen María y del Santo en cuyo honor se celebra la Misa.” ¿Por qué inclinamos la cabeza ante estos nombres, pero no ante el nombre del Padre o del Espíritu Santo individualmente? Para empezar, la reverencia al Santo Nombre de Jesús es bíblica. San Pablo escribe a los Filipenses que “Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús SE DOBLE TODA RODILLA de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.” El nombre de la Santísima Virgen María y los santos son honrados por razones similares, porque están muy cerca de Jesús y del misterio de nuestra salvación.
¿Por qué no inclinamos la cabeza al nombrar el Padre ni el Espíritu Santo? En pocas palabras, porque esos no son nombres personales. Las palabras "Padre" y "Espíritu Santo" son más bien títulos. Describen a estas Personas Divinas, pero en realidad no son nombres personales como lo es "Jesús". Por esa razón, si bien inclinamos la cabeza cuando los tres están juntos por reverencia por el misterio de la Trinidad, no lo hacemos por los títulos individualmente. Gracias a la persona que me hizo esta interesante pregunta, espero que esta respuesta les haya apoyado a entender la diferencia.
¡Que Dios los bendiga! Padre Miguel